Estamos a seis semanas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y no solo la sociedad está expectante, sino también el mercado.
Si bien generalmente vemos volatilidad preelectoral en EE.UU., esta es ahora mucho más alta, cuando el mercado de capitales cree que el Presidente en ejercicio podría perder, pesando de esta forma la incertidumbre de un nuevo Mandatario.
Ahora, las encuestas han sido muy peculiares este año. A comienzos de 2020, con el Covid-19 dominando los titulares, la aprobación de Trump resultó mucho más baja y se creó la expectativa de que Biden podría ganar los comicios fácilmente. Sin embargo, últimamente, el descontento social como centro de atención ha provocado que la aprobación de Trump aumente y la posibilidad de que su contendor triunfe fácilmente se venga abajo, por lo que predecir las elecciones cada vez se ha hecho más difícil.
Con todo, la volatilidad no es una sorpresa. Teníamos al mercado subiendo más o menos en línea recta durante casi dos o tres meses, por lo que un poco de retroceso es esperable y permite vislumbrar qué significaría para las economías un triunfo de Biden o de Trump.
Por otro lado, hemos visto que el dólar se está haciendo más fuerte, ¿por qué ocurre esto? Quizás algunas personas están empezando a valorar la posibilidad de que la Reserva Federal decepcione con la flexibilización cuantitativa, mientras que hay quienes ven la presidencia de Biden como un gobierno con tendencia al incremento del gasto. De hecho, se esperaba que el gobierno agregara $1,5 billones al estímulo fiscal, sin embargo, demócratas y republicanos no pudieron ponerse de acuerdo. Ahora, si Biden es elegido, probablemente iniciaría el estímulo, que puede debilitar al dólar.
De esta manera, hemos visto en las últimas semanas un leve aumento en la fuerza del dólar y eso puede deberse a varios factores. Puede ser una política fiscal y monetaria estadounidense más estricta de lo esperado. Mayor crecimiento de EE. UU. en relación con Europa y el Reino Unido, que juntos representan el 70% del índice del dólar. O bien, el posible estímulo monetario europeo.
Estimamos que la economía considera a Trump como una mejor opción para el mercado de capitales. Él ha eliminado varias regulaciones y ha permitido que los negocios se fusionen. De hecho, cuando pensamos en Biden o en los demócratas se nos vienen a la mente más regulaciones y gastos laborales, que tienen tanto alcances positivos como negativos.
Sumado a lo anterior, hay un punto aún más importante, que es el gran recorte en los impuestos que ha llevado a cabo Trump durante su mandato, lo que sumó alrededor de un 20% de ganancias a las firmas del S&P 500 con el transcurso del tiempo. Biden dijo que quería eliminarlo. En esa línea, si los gravámenes a los corporativos aumentaran, significaría un gran recorte a las utilidades, con probable impacto en el precio de las acciones. Y se debe considerar que el crecimiento futuro del mercado de capitales debe estar impulsado por las ganancias, en vez de proceder de la expansión de los múltiplos. Sin embargo, considero que los impuestos corporativos más altos, particularmente en las multinacionales que intentan evadir los impuestos estadounidenses, pueden ser positivos.
Ralph Davidson
Jefe de estrategia accionaria global de BTG Pactual Asset Management
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