Cobre refinado queda fuera de los aranceles de Estados Unidos
Chile mantiene su principal exportación intacta, aunque se anticipan nuevas reglas para 2027
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Hace 19 horas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un nuevo decreto cambia las reglas para el comercio del cobre. La medida establece un arancel del 50% sobre productos semielaborados de cobre y derivados con alto contenido del metal, con el objetivo de reforzar la industria manufacturera y la seguridad nacional.
Hay una buena noticia: los cátodos de cobre, pieza clave del comercio chileno, quedaron expresamente exentos.
Un decreto que cambia las reglas para el cobre
El anuncio generó preocupación inicial, pero el detalle de la norma trajo alivio. La medida excluye de manera explícita a productos como chatarra, minerales de cobre, concentrados, mates, cátodos y ánodos. Es decir, se mantiene intacto el canal de exportación más relevante para Chile.
En 2024, Chile exportó 606.400 toneladas métricas de cátodos de cobre a EE.UU., lo que representó cerca del 75% del total importado por ese país.
Al excluir los cátodos del nuevo arancel, Estados Unidos evita afectar un canal de exportación relevante para Chile, especialmente para compañías como Codelco, y mantiene el suministro de un insumo crítico para su industria
Este diseño regulatorio permite focalizar el arancel sobre productos semielaborados, sin alterar los flujos esenciales de cobre refinado.
Estados Unidos proyecta nuevas restricciones hacia 2027
El decreto contempla una revisión periódica por parte del Secretario de Comercio, quien deberá evaluar el estado del mercado de cobre en EE.UU. antes del 30 de junio de 2026. En función de esa evaluación, podrían activarse aranceles adicionales de 15% en 2027 y 30% en 2028 sobre el cobre refinado.
Todo dependerá del avance de la capacidad industrial doméstica, especialmente en refinación y manufactura. Por ahora, la mirada está puesta en acelerar la producción local de tubos y cables de cobre, sin que se prevea una expansión significativa en fundiciones y refinerías en el corto plazo.
Inversión local como moneda de cambio
Como contrapartida a la exclusión de los cátodos y otros insumos clave, Estados Unidos exigirá un mayor compromiso con la producción interna.
Los exportadores deberán obtener licencias especiales para vender al extranjero chatarra de cobre de alta calidad, con el objetivo de limitar su salida y asegurar que al menos el 25% de este material se quede en el mercado interno para abastecer a fabricantes y refinerías locales.
A partir de 2027, la obligación se ampliará: el 25% de todos los insumos de cobre producidos en Estados Unidos, incluyendo minerales, concentrados y ánodos, deberá venderse localmente, con aumentos progresivos al 30% en 2028 y 40% en 2029
Esta política busca asegurar suministro barato para la industria refinadora doméstica, y podría reactivar proyectos mineros postergados durante administraciones anteriores.
Impacto mixto: beneficios para exportadores, presión para industriales
Desde la perspectiva chilena y latinoamericana, el anuncio es claramente positivo: evita un golpe directo a los flujos de exportación más importantes. Pero del lado estadounidense, la historia es distinta.
Al encarecer productos intermedios de cobre, la medida presionará los costos de sectores clave como:
- Construcción (42% del consumo de cobre)
- Eléctrico y electrónico (23%)
- Equipos de transporte (18%)
Esto anticipa presiones inflacionarias en el corto plazo, en un contexto en que los fabricantes deberán absorber o trasladar esos costos.
El mercado anticipó el anuncio… y ahora corrige
Desde enero de 2025, cuando comenzaron a circular las primeras propuestas, los importadores aceleraron envíos a Estados Unidos. Esto elevó los inventarios en la Bolsa Mercantil de Chicago (COMEX) a 256.000 toneladas métricas, el mayor nivel en 24 años, duplicando los inventarios de la Bolsa de Metales de Londres (LME).
La estrategia era clara: abastecer los inventarios antes de la entrada en vigor del arancel para luego vender a precios más altos en el mercado local. El resultado fue una escalada en los precios: el cobre llegó a transarse en Estados Unidos con una prima de hasta 31%
Spread entre la Bolsa de Metales de Londres (LME) y la Bolsa Mercantil de Chicago (COMEX)

Con la confirmación de que los cátodos quedarían excluidos del nuevo arancel, el incentivo de adelantar compras y aprovechar el sobreprecio desapareció.
Ayer, los precios registraron una corrección significativa, y en el corto plazo deberíamos observar un retorno paulatino a condiciones más estables en el mercado del cobre.
¿Qué viene ahora?
Aunque el escenario actual es favorable para Chile, el riesgo no ha desaparecido. Estados Unidos se reserva la facultad de ampliar los aranceles si lo considera necesario, y los plazos para revisar la política ya están definidos.
Mientras tanto, la industria chilena deberá mantener la cautela, seguir diversificando mercados y monitorear de cerca los cambios regulatorios que podrían alterar nuevamente las reglas del juego.